Los gerentes de planta a menudo deben justificar los gastos de los programas ambientales y luchar para llegar a un análisis convincente costo-beneficio con alta dirección. Aquí hay cuatro razones comerciales para apoyar el cumplimiento ambiental y verlo más allá de solo “cumplir un requisito” sino verlo como oportunidad para evitar el desperdicio y ahorrar dinero. Una hoja de cálculo no brinda el contexto adecuado para justificar los gastos ambientales, sin embargo, hay razones empresariales sólidas que sí afectan la rentabilidad de una empresa. Cada peso gastado debe mejorar la calidad del producto y la velocidad de producción. El cumplimiento de las regulaciones ambientales puede parecer un gasto frívolo e innecesario, particularmente cuando las operaciones se han llevado a cabo sin incidentes durante algún tiempo, o los impactos ambientales de la operación parecen estar fuera de los requerimientos regulatorios, esto lo conocen los responsables de las áreas de EHS (Seguridad, higiene y ambiente).
A continuación 4 ideas que nos pueden ayudar a cambiar de perspectiva
1. El pago de infracciones no tiene valor comercial
Cuando los inspectores pudieron haber sido indulgentes en el pasado, dando un período de gracia para corregir la no conformidad, ahora no lo pueden ser tanto y así el potencial de que las multas se acumulen en miles de pesos por violaciones se torna más real que nunca. El dinero se invierte de mejor forma aplicando un programa ambiental interno en lugar de esperar el “motivador” externo de las multas reglamentarias.
Los gerentes de planta a menudo deben justificar los gastos de los programas ambientales y luchar para llegar a un análisis convincente costo-beneficio con alta dirección. Aquí hay cuatro razones comerciales para apoyar el cumplimiento ambiental y verlo más allá de solo “cumplir un requisito” sino verlo como oportunidad para evitar el desperdicio y ahorrar dinero. Una hoja de cálculo no brinda el contexto adecuado para justificar los gastos ambientales, sin embargo, hay razones empresariales sólidas que sí afectan la rentabilidad de una empresa. Cada peso gastado debe mejorar la calidad del producto y la velocidad de producción. El cumplimiento de las regulaciones ambientales puede parecer un gasto frívolo e innecesario, particularmente cuando las operaciones se han llevado a cabo sin incidentes durante algún tiempo, o los impactos ambientales de la operación parecen estar fuera de los requerimientos regulatorios, esto lo conocen los responsables de las áreas de EHS (Seguridad, higiene y ambiente).
A continuación 4 ideas que nos pueden ayudar a cambiar de perspectiva
- El pago de infracciones no tiene valor comercial
Cuando los inspectores pudieron haber sido indulgentes en el pasado, dando un período de gracia para corregir la no conformidad, ahora no lo pueden ser tanto y así el potencial de que las multas se acumulen en miles de pesos por violaciones se torna más real que nunca. El dinero se invierte de mejor forma aplicando un programa ambiental interno en lugar de esperar el “motivador” externo de las multas reglamentarias.
- Los costos de prevención son menores que la cura
Algunas regulaciones ambientales para las operaciones de manufactura se centran en comprender el riesgo potencial de una instalación para liberar contaminantes al medio ambiente y causar daño a los ciudadanos y a su área física de influencia. Elaborar e implementar un programa ambiental integral apropiado para su operación asegurará que su instalación nunca será responsable de una liberación incontrolada de contaminantes al medio ambiente, ya que si se presenta este lamentable incidente la empresa tiene la obligación de remediar el daño causado, y aquí resulta muy costoso para las empresas hacer frente porque no han reservado los fondos adecuados para la remediación de tales pasivos. La adopción de un programa o en un caso amplio podría ser un sistema de gestión ambiental ISO 14001 sería una fracción del costo de incluso un pequeño evento de remediación del espacio que su empresa contaminó.
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