Estamos cosechando las recompensas del Protocolo de Montreal, con la capa de ozono en mucho mejor forma de lo que hubiera sido sin el tratado de la ONU, según un nuevo estudio publicado en Nature Communications.
El autor principal del estudio, el profesor Martyn Chipperfield, de la Escuela de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Leeds, dijo: "Nuestra investigación confirma la importancia del Protocolo de Montreal y muestra que ya hemos tenido beneficios reales. Sabíamos que nos salvaría de una gran pérdida de ozono ’en el futuro’ pero en realidad ya dejamos atrás el punto en que las cosas se habrían tornado notablemente peor".
Estamos cosechando las recompensas del Protocolo de Montreal, con la capa de ozono en mucho mejor forma de lo que hubiera sido sin el tratado de la ONU, según un nuevo estudio publicado en Nature Communications.
El autor principal del estudio, el profesor Martyn Chipperfield, de la Escuela de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Leeds, dijo: "Nuestra investigación confirma la importancia del Protocolo de Montreal y muestra que ya hemos tenido beneficios reales. Sabíamos que nos salvaría de una gran pérdida de ozono ’en el futuro’ pero en realidad ya dejamos atrás el punto en que las cosas se habrían tornado notablemente peor".
Aunque el Protocolo de Montreal entró en vigor en 1987 y restringe el uso de sustancias que agotan la capa de ozono, las concentraciones atmosféricas de estas sustancias nocivas siguieron aumentando, ya que pueden sobrevivir en el ambiente por muchos años. Las concentraciones alcanzaron su punto máximo en 1993 y se han reducido posteriormente.
En este nuevo estudio, los investigadores utilizaron un modelo informático 3D, de última generación, de la química atmosférica, para investigar lo que habría pasado a la capa de ozono si no se hubiera aplicado el Protocolo de Montreal.
El profesor Chipperfield, dijo: "El agotamiento del ozono en las regiones polares depende de la meteorología, especialmente la aparición de temperaturas frías a unos 20 km de altitud (las temperaturas más frías causan más pérdidas). Otros estudios que han evaluado la importancia del Protocolo de Montreal han utilizado modelos para predecir los vientos y las temperaturas atmosféricas y han estudiado un par de décadas en el futuro. Las predicciones de vientos y temperaturas en estos modelos son inciertos y probablemente subestiman la magnitud de los inviernos fríos.
"Hemos utilizado las condiciones meteorológicas reales observadas durante las últimas décadas. Esto le da una simulación más precisa de las condiciones de pérdida de ozono polar".
Los investigadores sugieren que el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida habría crecido en tamaño en un 40% en 2013. Su modelo también sugiere que las sustancias que agotan el ozono continuaron aumentando, la capa de ozono se han vuelto significativamente más delgada sobre otra partes del globo.
El profesor Chipperfield dijo que inició este estudio debido al invierno ártico excepcionalmente frío de 2010/11.
"Pudimos ver que los modelos anteriores que se utilizan para predecir el impacto del Protocolo de Montreal, en el futuro no habrían predicho estos eventos extremos y nos preguntamos que tan peor hubieran sido las cosas si el Protocolo de Montreal no se hubiera aplicado", dijo.
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Imagen de la tierra vía Shutterstock