El primer estudio en todo el mundo de los animales y las semillas que comen ha anulado una suposición sostenida por largo tiempo: que los animales grandes se alimentan principalmente de semillas grandes.
El hallazgo de los científicos de la University of New South Wales, Australia (UNSW), tiene implicaciones para la conservación que muestran que una mayor variedad de plantas podrían estar en riesgo si los grandes animales se extinguen y no dispersan sus semillas.