El calentamiento del océano desde la década de 1980 está relacionado con la propagación de algas tóxicas, según un estudio recientemente publicado dirigido por el Dr. Christopher Gobler, profesor de ciencias marinas en la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas (SoMAS, por sus siglas en inglés) en la Universidad Stony Brook.
El calentamiento del océano desde la década de 1980 está relacionado con la propagación de algas tóxicas, según un estudio recientemente publicado dirigido por el Dr. Christopher Gobler, profesor de ciencias marinas en la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas (SoMAS, por sus siglas en inglés) en la Universidad Stony Brook.
Se predice que el cambio climático causará una serie de enfermedades para los océanos del mundo, incluido el calentamiento, la acidificación y la pérdida de oxígeno. El estudio, publicado en línea en la edición del 24 de abril de las Actas de la Academia Nacional de Ciencias y titulado "El calentamiento del océano desde 1982 ha ampliado el nicho de floraciones de algas tóxicas en los océanos Atlántico Norte y Pacífico Norte", demuestra que una consecuencia oceánica del cambio climático, que ya ha ocurrido, es la propagación e intensificación de algas tóxicas.
Un equipo de científicos liderado por el Dr. Gobler utilizó datos de alta resolución de la temperatura del océano junto con el crecimiento de dos de las algas más tóxicas en los océanos del Atlántico Norte y el Pacífico Norte llamadas Alexandrium y Dinophysis. Su estudio demuestra que desde 1982, amplios tramos de estas cuencas oceánicas se han calentado y se han vuelto significativamente más hospitalarios para estas algas y que las nuevas 'floraciones' de estas algas se han vuelto comunes en estas mismas regiones. Las Alexandriumand y Dinophysis presentan serios problemas de salud ya que producen neurotoxinas y toxinas gastrointestinales que pueden causar intoxicación paralizante y diarreica por mariscos en humanos.
"Las floraciones de algas tóxicas o nocivas no son un fenómeno nuevo, aunque muchas personas pueden conocerlas por otros nombres, como las mareas rojas", dijo Gobler. "Estos eventos pueden enfermar o matar a las personas que consumen mariscos contaminados con toxinas y pueden dañar los ecosistemas marinos al matar peces y otras especies marinas".
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Las imágenes satelitales de la NASA de 2015 muestran una floración masiva de algas en el Océano Atlántico (Imagen a través de la Universidad Stony Brook)