Un nuevo filtro producido por científicos de la Universidad de Rice ha demostrado ser capaz de eliminar más del 90 por ciento de hidrocarburos, bacterias y partículas del agua contaminada usada para operaciones de fractura hidráulica (fracking) en pozos de petróleo y gas de esquisto.
Un nuevo filtro producido por científicos de la Universidad de Rice ha demostrado ser capaz de eliminar más del 90 por ciento de hidrocarburos, bacterias y partículas del agua contaminada usada para operaciones de fractura hidráulica (fracking) en pozos de petróleo y gas de esquisto. El trabajo del químico Andrew Barron y sus colegas de la Universidad de Rice, convierte una membrana cerámica con poros a microescala en un filtro superhidrófilo que "elimina esencialmente" el problema común de la incrustación. Los investigadores determinaron que el paso a través de la membrana debería limpiar el agua contaminada lo suficiente como para su reutilización en un pozo, reduciendo significativamente la cantidad que se tiene que almacenar o transportar. Un filtro superhidrófilo producido en la Universidad de Rice puede eliminar más del 90 por ciento de los contaminantes del agua utilizada en las operaciones de fracking hidráulico. En la imagen, el agua "producida" de un sitio de fractura de esquisto de Marcellus está a la izquierda, el retenido (carbono extraído de la alimentación) está en el centro, y el agua filtrada "permeada" está a la derecha. El tratamiento hidrófilo evita que el filtro se ensucie y restrinja el flujo mientras rechaza los contaminantes.
El trabajo se presenta en los informes científicos de acceso abierto de Nature.
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CRédito de la imagen: Rice University