El cambio climático, la deforestación, la pérdida de diversidad biológica, destrucción de ecosistemas
marinos, disminución de la calidad del aire en las ciudades y contaminación de los mantos acuíferos son sólo
algunos ejemplos que denotan que la problemática ambiental resulta muy compleja por tratarse de un
enigma multifactorial. La adaptación al cambio climático y el adoptar una cultura de sostenibilidad
representan el mayor reto para la sociedad del siglo XXI.
Alcanzar la sostenibilidad entre el desarrollo de una población que crece exponencialmente y el uso de los
recursos naturales es una tarea que no se podrá cumplir a menos que logremos una participación conjunta y
coordinada de todos. Cada uno tiene una tarea distinta pero todas deben estar encaminadas a alcanzar un
equilibrio entre los esfuerzos por resolver estos problemas.
La tarea del gobierno es hacer políticas públicas que incentiven actividades económicas responsables con el
ambiente, promover una educación de responsabilidad ambiental en la población, sancionar a quienes
incumplan con la ley y afecten directa o indirectamente al ambiente, así como una política participativa en la
cual se involucre a toda la sociedad en la toma de decisiones.
El cambio climático, la deforestación, la pérdida de diversidad biológica, destrucción de ecosistemas
marinos, disminución de la calidad del aire en las ciudades y contaminación de los mantos acuíferos son sólo
algunos ejemplos que denotan que la problemática ambiental resulta muy compleja por tratarse de un
enigma multifactorial. La adaptación al cambio climático y el adoptar una cultura de sostenibilidad
representan el mayor reto para la sociedad del siglo XXI.
Alcanzar la sostenibilidad entre el desarrollo de una población que crece exponencialmente y el uso de los
recursos naturales es una tarea que no se podrá cumplir a menos que logremos una participación conjunta y
coordinada de todos. Cada uno tiene una tarea distinta pero todas deben estar encaminadas a alcanzar un
equilibrio entre los esfuerzos por resolver estos problemas.
La tarea del gobierno es hacer políticas públicas que incentiven actividades económicas responsables con el
ambiente, promover una educación de responsabilidad ambiental en la población, sancionar a quienes
incumplan con la ley y afecten directa o indirectamente al ambiente, así como una política participativa en la
cual se involucre a toda la sociedad en la toma de decisiones.
Nuestra tarea como ciudadanos es participar activamente aportando ideas y promoviendo acciones que
contribuyan al mejoramiento, denunciando a los entes o las prácticas que hagan un uso inadecuado de los
recursos, conocer y seguir de cerca las estrategias y acciones que realiza el gobierno para minimizar el
impacto de la sociedad a corto y mediano plazo.
Nuestra tarea como jóvenes
Como jóvenes ciudadanos tenemos la responsabilidad de escuchar, proponer, evaluar, promover y exigir
que las políticas públicas estén encaminadas a conservar los recursos naturales, todo en balance con el
desarrollo económico y social de la población. Pues somos los jóvenes del siglo XXI quienes heredaremos los
efectos del cambio climático, las consecuencias de la deforestación y la pérdida de la diversidad biológica, la
escases de agua, una seguridad alimentaria en riesgo, la devastación del capital natural en los mares y un
caos urbano que podemos constatar con solo mirar a la ventana.
La juventud debe demandar la apertura de los espacios de diálogo para desarrollar políticas de mitigación y
adaptación al cambio climático, una política integral de desarrollo urbano, una política ambiental en los
mares, hacer concordante las políticas de conservación con las políticas agropecuarias. Políticas que estén
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fundamentadas en que la educación ambiental debe ser la base para lograr el éxito, pues se necesita de la
participación de todos para alcanzar la sostenibilidad.
Los jóvenes (entre 15 y 24 años) representan a más de 1.200 millones del capital humano del mundo. En
todo el planeta, muchos de ellos ya están haciendo sus contribuciones a los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM’s) y su trabajo debería ser más reconocido y apoyado. Cada vez más, la juventud es
reconocida como participante clave en la toma de decisiones y el desarrollo, tal como lo refleja el aumento
de la presencia de organizaciones no gubernamentales juveniles y el aumento de consejos de juventud y
comités juveniles en instituciones y programas internacionales. Sin embargo, nuestra contribución aún no
ha sido completamente asimilada por la comunidad internacional, pues aún se debate sobre el éxito del
sistema de Naciones Unidas para promover el involucramiento de la juventud mundial en problemas
ambientales. Además, se da un perfil de cómo los jóvenes están siendo exitosos en liderar empresas sociales
y ambientales, proporcionando agua segura y energía renovable, promoviendo el consumo responsable y
creando universidades sostenibles.
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Imagen: CINAM-UAM Unidad Azcapotzalco