Canadá no es ajeno a los incendios forestales, pero un feroz incendio de esta semana en Fort McMurray es extremo, incluso para los estándares canadienses: 80,000 personas han huido desde el corazón del país de las arenas bituminosas en un esfuerzo de evacuación sin precedentes.
A medida que la gente entrega sus casas y pertenencias a las llamas...
Canadá no es ajeno a los incendios forestales, pero un feroz incendio de esta semana en Fort McMurray es extremo, incluso para los estándares canadienses: 80,000 personas han huido desde el corazón del país de las arenas bituminosas en un esfuerzo de evacuación sin precedentes.
A medida que la gente entrega sus casas y pertenencias a las llamas y los bomberos luchan para contener las llamas, hay una pregunta inevitable: ¿Tenemos que agradecer al cambio climático por la intensidad de este fuego?
Este tema está surgiendo en todo el mundo conforme los cambios en el clima promueven desequilibrios ambientales que a su vez alientan la propagación del fuego. Las sequías convierten el paisaje en yesca y los árboles muertos crean combustible para un movimiento rápido y amplio de fuegos muy calientes que pueden azotar a través del paisaje a una velocidad aterradora.
El fuego comenzó como relativamente normal y controlable en la mañana del martes, pero luego cambió de condiciones. Las altas temperaturas y la muy baja humedad crearon un ambiente inseguro para los bomberos en el terreno.
El creciente fuego llevó al Gobierno a ordenar una evacuación. Ciudadanos huyeron a regiones vecinas de Canadá y muchos tomaron una residencia en refugios temporales, así como en los hogares de las familias, amigos y generosos desconocidos. Los vehículos obstruyen los caminos conforme las personas trataron de salir de la zona, con los animales domésticos y las pertenencias que habían logrado recolectar antes de salir y en algunos casos se quedaron sin combustible en el camino.
Al menos 1,600 viviendas fueron destruidas por la noche, mientras los bomberos de todo el Canadá trabajaron para controlar las llamas. Los equipos de emergencia esperaban que el cambio de las condiciones climáticas el miércoles les daría una ventaja en la pelea.
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Crédito de imagen: US Fish and Wildlife Service
