La alemana Volkswagen dijo el martes 3 de noviembre, que una investigación interna había encontrado que más de 800,000 vehículos mostraron "inconsistencias" en las emisiones de dióxido de carbono, incluyendo los primeros motores de gasolina.
Entre los motores afectados son los de 1.4, 1.6 y 2.0 litros, motores de VW, Skoda, Audi y Seat, dijo un portavoz de VW y añadió que se había encontrado que estos coches liberaban más CO2, gas de efecto invernadero, que lo que las pruebas anteriores habían mostrado. Por lo menos a lo que un motor de gasolina se refiere, según la compañía.
La alemana Volkswagen dijo el martes 3 de noviembre, que una investigación interna había encontrado que más de 800,000 vehículos mostraron "inconsistencias" en las emisiones de dióxido de carbono, incluyendo los primeros motores de gasolina.
Entre los motores afectados son los de 1.4, 1.6 y 2.0 litros, motores de VW, Skoda, Audi y Seat, dijo un portavoz de VW y añadió que se había encontrado que estos coches liberaban más CO2, gas de efecto invernadero, que lo que las pruebas anteriores habían mostrado. Por lo menos a lo que un motor de gasolina se refiere, según la compañía.
Las últimas revelaciones abren otro frente en el escándalo que envuelve la empresa, ya que se refiere a un tipo diferente de motor y a las emisiones. Hasta ahora, sólo se había hecho referencia a las emisiones de NOx de los motores diésel.
La compañía dijo que las estimaciones iniciales sugirieron que esto último podría costar dos millones de euros, pero "una evaluación fiable de la escala de estas irregularidades todavía no es posible."
Por otra parte, Porsche SE, la sociedad de inversión que posee el 32,4% del capital de VW, dijo que estas revelaciones del martes podrían tener un "impacto negativo" en sus propios resultados, aunque mantuvo sus proyecciones para el 2015.
La filial norteamericana de Porsche anunció que suspendía las ventas de sus vehículos a diésel Cayenne hasta nuevo aviso, pero hizo hincapié en que los clientes podrían seguir operando sus coches.
Volkswagen admitió en septiembre que había instalado 11 millones de sus vehículos diésel con dispositivos diseñados para engañar a las pruebas oficiales de contaminación, revelaciones que han provocado la indignación mundial e investigaciones en todo el mundo.
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Imagen del logotipo de VW vía Shutterstock