Un estudio reciente publicado en el Journal of Environmental Sciences (JES) muestra que las células madre embrionarias podrían servir de modelo para evaluar los efectos fisiológicos de los contaminantes ambientales de manera eficiente y rentable.
El uso de células madre ha encontrado otra aplicación. En el mundo en que vivimos hoy en día, las personas están constantemente expuestas a sustancias artificiales creadas por diversos procesos industriales. Muchos de estos materiales, cuando se exponen a los seres humanos, pueden causar enfermedades agudas o crónicas. Como consecuencia, las pruebas validadas de toxicidad para hacer frente a la peligrosidad potencial de estos contaminantes, se han convertido en una necesidad urgente.
Un estudio reciente publicado en el Journal of Environmental Sciences (JES) muestra que las células madre embrionarias podrían servir de modelo para evaluar los efectos fisiológicos de los contaminantes ambientales de manera eficiente y rentable.
El uso de células madre ha encontrado otra aplicación. En el mundo en que vivimos hoy en día, las personas están constantemente expuestas a sustancias artificiales creadas por diversos procesos industriales. Muchos de estos materiales, cuando se exponen a los seres humanos, pueden causar enfermedades agudas o crónicas. Como consecuencia, las pruebas validadas de toxicidad para hacer frente a la peligrosidad potencial de estos contaminantes, se han convertido en una necesidad urgente.
Aunque las células madre se han utilizado antes en el campo de la toxicología, los investigadores del Laboratorio Estatal de Química Ambiental y Ecotoxicología, del Centro de Investigación en Ciencias Eco-Ambientales de China, la Academia China de Ciencias (CAS) y la Universidad de California en San Diego (UCSD), han detallado con éxito el uso de células madre para medir los efectos de neurotoxicidad del contaminante bisfenol A (BPA) en su estudio.
Los investigadores utilizaron una combinación de ensayos bioquímicos, basados ​​en células, para examinar el perfil de expresión de los genes durante la diferenciación de las células madre embrionarias de ratón tras el tratamiento con BPA, un compuesto conocido por causar enfermedades del corazón, diabetes y anormalidades del desarrollo en humanos. Ellos fueron capaces de detectar y medir la toxicidad del BPA hacia la especificación adecuada de capas germinales primarias, como el endodermo y el ectodermo, y el establecimiento de células progenitoras neurales. Estos resultados indican que el BPA puede alterar el desarrollo embrionario en vivo.
"Contrario a los tradicionales ensayos in vitro y ensayos con animales, las células madre embrionarias tienen un gran beneficio, ya que ofrecen la ventaja de crecer indefinidamente in vitro y todavía poseen la capacidad de diferenciarse para imitar el desarrollo embrionario, y prácticamente en cualquier tipo de células de un organismo adulto", dijo Francesco Faiola, profesor en el Laboratorio Estatal Clave de Química Ambiental y Ecotoxicología, RCEES, CAS, el investigador principal del grupo de estudio .."Por ejemplo, se pueden diferenciar in vitro como tres agregados dimensionales llamados cuerpos embrionarios que se asemejan a las primeras etapas del desarrollo embrionario. Por lo tanto, pueden ser utilizados en ensayos de toxicidad en el desarrollo, sin la necesidad de experimentos con animales".
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Imagen de médico examinando la slud del planeta, vía Shutterstock