Cuando usted activa un interruptor de la luz, lo más probable es que usted…está quemando carbón. Pero a medida que el auge del “fracking” sigue liberando enormes cantidades de gas natural, la red eléctrica del país está cambiando. Las centrales eléctricas están recurriendo cada vez más a este combustible fósil de bajo costo y más limpio al quemarse.
Bill PentaK se encuentra en medio de un sitio de construcción, echando un vistazo al último proyecto de su compañía que se eleva frente a él: una nueva central eléctrica de gas natural.
Cuando usted activa un interruptor de la luz, lo más probable es que usted…está quemando carbón. Pero a medida que el auge del “fracking” sigue liberando enormes cantidades de gas natural, la red eléctrica del país está cambiando. Las centrales eléctricas están recurriendo cada vez más a este combustible fósil de bajo costo y más limpio al quemarse.
Bill PentaK se encuentra en medio de un sitio de construcción, echando un vistazo al último proyecto de su compañía que se eleva frente a él: una nueva central eléctrica de gas natural.
"Esta planta se localiza precisamente en este sitio debido a su acceso al abundante gas natural, de alta calidad, que se encuentra a una milla o dos bajo nuestros pies", dice.
Se refiere al pozo “Marcelo” bajo sus pies. En los últimos años, esta parte del norte-centro de Pensilvania se ha convertido en el hogar de uno de los yacimientos de gas más productivos del mundo.
PentaK trabaja para Panda Power Funds, una compañía con sede en Dallas, Texas, que tiene dos plantas más de gas previstas para Pennsylvania.
Los proyectos son parte de una historia más grande.
"Lo que está ocurriendo aquí está ocurriendo en todo Estados Unidos", dice PentaK.
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Imagen de pozo de fracking vía Shutterstock
