En unas vacaciones en una isla tropical, una de las últimas cosas por las que quieres preocuparte es la intoxicación alimentaria. Sin embargo para muchos, un viaje a los trópicos incluye una educación dolorosa con una misteriosa enfermedad transmitida por alimentos llamada Intoxicación Ciguatera de Pescado (ICP)
En unas vacaciones en una isla tropical, una de las últimas cosas por las que quieres preocuparte es la intoxicación alimentaria. Sin embargo para muchos, un viaje a los trópicos incluye una educación dolorosa con una misteriosa enfermedad transmitida por alimentos llamada Intoxicación Ciguatera de Pescado (ICP)
Cada año, miles de personas sufren de la ICP, un síndrome de intoxicación causada por comer peces tóxicos de arrecife. Los síntomas de la ICP son tanto gastrointestinal como neurológica, con lo que se presentan episodios de náuseas, vómitos, diarrea, dolores de cabeza, dolores musculares, y en algunos casos, la inversión de las sensaciones frías y calientes. Algunos de los síntomas neurológicos pueden persistir por días o meses o años después de la exposición. No hay una forma rápida para realizar la prueba de las toxinas y a menos que se tomen medidas en horas de la intoxicación, no hay cura una vez que estás enfermo.
En algunas pequeñas islas en el Caribe y el Pacífico Sur, se estima que la ICP puede afectar a más del 50 por ciento de la población. La ciguatera corre como una corriente subterránea a través de estas comunidades, no siempre visibles en la superficie, pero que tienen grandes impactos económicos y de salud pública. La ICP se denuncia constantemente a causa de tanto mal diagnóstico y la renuencia de la población local para ir al hospital o clínica local cuando se está enfermo.
Es por eso que estoy aquí en St. Thomas, buceando en aguas del color de un cielo sin nubes de una cantera cercana invisible. En medio del coral y algas marinas, los peces aparecen como destellos brillantes en las sombras y la luz. Se desgarran y raspan los alimentos de las algas y corales muertos. Me agacho para poner algunas algas en una bolsa de plástico, recogiendo no sólo las algas, sino también miles de pequeños huéspedes no deseados. Tengo la esperanza de encontrar esquivas células que se pegan a las algas.
Estas células microscópicas, llamadas Gambierdiscus, producen las toxinas que causan la ICP. Al aprender más acerca de su genética, espero descubrir cómo crecen en ambientes diferentes y cómo eso afecta el riesgo de ICP en todo el mundo.
Imagen Pez Tropical de Coral vía Shutterstock
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