¿Cómo caminan las lagartijas en el techo?

Investigadores de la Universidad Estatal de Oregón han desarrollado un modelo que explica cómo las lagartijas, así como arañas y algunos insectos, pueden subir y bajar paredes, aferrarse a los techos y aparentemente desafiar la gravedad con mucha gracia y sin esfuerzo.

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Esta capacidad, explicada hoy en el Journal of Applied Physics, se debe a un mecanismo notable en los dedos de los pies de las lagartijas que utiliza diminutos pelos ramificados llamados "setas" que pueden activar al instante su pegajosidad y de la misma forma desactivar dicha característica, e incluso puede "despegar" sus patas sin necesidad de usar energía.

Estos pelos extraordinarios contribuyen a la capacidad de las lagartijas para correr, evadir depredadores y proteger sus propias vidas. En esencia, un lagarto nunca tiene un mal día de "pelo".

"Este es un sistema fascinante a nanoescala y de fuerza de trabajo", dijo Alex Greaney, profesor asistente en la Facultad de Ingeniería de OSU. "No está solo basado en la naturaleza de las setas, sino también en sus ángulos inclinados y la flexibilidad que tienen y su capacidad de trabajar en una amplia gama de condiciones de carga."

Aún más impactante, dijo Greaney, es la cantidad mínima de energía que se utiliza en todo el proceso al momento en que una lagartija corre a través de un techo con millones de pequeños puntos peludos de contacto sobre sus pies que se tornan pegajosos y luego ya no en un proceso de precisión integrado. Este "inteligente" sistema de adhesión permite que avancen a razón de 20 longitudes corporales por segundo y, al estar colgando de un techo, las fuerzas proporcionadas por las setas en realidad podrían apoyar 50 veces el peso del cuerpo de la lagartija.

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Imagen de Pata de Lagartija vía Shutterstock