Los científicos pronostican que la zona muerta de este año en el Golfo de México, una zona de escaso o ningún oxígeno que puede matar a los peces y la vida marina, será de aproximadamente 5,898 millas cuadradas, más o menos del tamaño de Connecticut, el mismo tamaño que ha promediado en los últimos años.
La zona muerta en el Golfo de México afecta a nivel nacional importantes pescas comerciales y recreativas. Las zonas hipóxicas o zonas muertas son causadas ​​por altos niveles de nutrientes, principalmente de actividades como la agricultura industrializada y el tratamiento inadecuado de aguas residuales.
Los bajos niveles de oxígeno no pueden soportar más la vida marina y los hábitats en aguas cercanas al fondo. Los organismos que pueden huir salen de la zona muerta, mientras que otros que no pueden están estresados ​​o mueren de asfixia. La reducción de nutrientes que fluyen hacia el Golfo ayudaría a la situación ya que, en condiciones normales, esta área contiene una diversidad de vida marina, los hábitats críticos, y una actividad pesquera clave.