El cambio climático, la deforestación, la pérdida de diversidad biológica, destrucción de ecosistemas
marinos, disminución de la calidad del aire en las ciudades y contaminación de los mantos acuíferos son sólo
algunos ejemplos que denotan que la problemática ambiental resulta muy compleja por tratarse de un
enigma multifactorial. La adaptación al cambio climático y el adoptar una cultura de sostenibilidad
representan el mayor reto para la sociedad del siglo XXI.
Alcanzar la sostenibilidad entre el desarrollo de una población que crece exponencialmente y el uso de los
recursos naturales es una tarea que no se podrá cumplir a menos que logremos una participación conjunta y
coordinada de todos. Cada uno tiene una tarea distinta pero todas deben estar encaminadas a alcanzar un
equilibrio entre los esfuerzos por resolver estos problemas.
La tarea del gobierno es hacer políticas públicas que incentiven actividades económicas responsables con el
ambiente, promover una educación de responsabilidad ambiental en la población, sancionar a quienes
incumplan con la ley y afecten directa o indirectamente al ambiente, así como una política participativa en la
cual se involucre a toda la sociedad en la toma de decisiones.