Las personas que viven o trabajan cerca de los pozos de gas natural activos pueden estar expuestos a ciertos contaminantes en niveles superiores a los que la Agencia de Protección Ambiental (USEPA) considera seguros para la exposición de por vida, de acuerdo con científicos de la Universidad Estatal de Oregon y la Universidad de Cincinnati.
Los investigadores encontraron que la fracturación hidráulica, una técnica para liberar el gas natural de formaciones rocosas subterráneas, emite contaminantes conocidos como HAP (hidrocarburos aromáticos policíclicos), incluyendo algunos que están vinculados con el aumento del riesgo de cáncer y enfermedades respiratorias.