El crear una cultura organizacional de mejora continua encaminada a integrar sistemas es la meta de casi todas las organizaciones, desde hace más de 12 años que hemos realizado diversos ejercicios de mejora de cultura organizacional y hemos tenido que hablar de cultura a diferentes audiencias que van desde directivos de alto nivel hasta trabajadores de planta es curioso ver que los esfuerzos la mayoría de las veces no son de largo plazo y terminan al concluir la semana de seguridad, higiene y ambiente.
Existen muchos saboteadores de cultura organizacional que pueden aparecer a la vez, y que tienen la capacidad de socavar y anular completamente todos los esfuerzos realizados para desarrollar una cultura organizacional fuerte que permee una integración adecuada de sistemas.
Algo que siempre nos ha sorprendido es el deseo de las organizaciones de trazar límites alrededor de conceptos, poner las ideas en documentos muy bien elaborados y hechos de forma muy minuciosa, y esto es algo que resulta prácticamente imposible de cumplir en un cierto tiempo (semana de sistemas integrados, mes de la seguridad, día del medio ambiente). Este es un desafío particular cuando se trata de definir una cultura corporativa. El mismo acto de tratar de definir nuestra cultura tiende a crear un espacio que nos aísla, y estos espacios o estas ideas limitadas a políticas de escritorio, a su vez, pueden convertirse en lo que se llama “saboteadores de cultura”. Los siguientes son quizás los tres principales saboteadores que hemos visto durante nuestra experiencia a lo largo de más de una década.