Cómo la agricultura de carbono puede ayudar a resolver el cambio climático

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En virtud del Acuerdo de París de 2015, las naciones se comprometieron a elevar la temperatura global promedio en menos de 2 ° C por encima de los niveles preindustriales y a tomar medidas para reducir esa elevación a 1,5 ° C. Para alcanzar esos objetivos, no solo debemos detener el aumento de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, también debemos extraer grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.

En virtud del Acuerdo de París de 2015, las naciones se comprometieron a elevar la temperatura global promedio en menos de 2 ° C por encima de los niveles preindustriales y a tomar medidas para reducir esa elevación a 1,5 ° C. Para alcanzar esos objetivos, no solo debemos detener el aumento de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, también debemos extraer grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.

La forma más simple, rentable y beneficiosa para el medio ambiente de hacerlo está bajo nuestros pies. Podemos cultivar carbono almacenándolo en nuestros suelos agrícolas.

Los suelos son tradicionalmente ricos en carbono. Pueden contener hasta cinco por ciento de carbono en peso, en forma de materia orgánica del suelo, materia vegetal y animal en diversas etapas de descomposición.

Pero con la introducción de técnicas agrícolas modernas, incluido el arado, el contenido de materia orgánica del suelo se ha reducido a la mitad en muchas áreas del mundo, incluidas partes de Canadá. Ese carbono, otrora almacenado en el suelo, ahora se encuentra en la atmósfera y los océanos en forma de CO2 y está contribuyendo al calentamiento global.

El arado separa los agregados del suelo y permite que los microorganismos coman los compuestos orgánicos del suelo. A corto plazo, la mayor actividad microbiana libera nutrientes, lo que aumenta la productividad de los cultivos. A largo plazo, la pérdida de estructura reduce la capacidad del suelo para retener agua y resistir la erosión. En definitiva, la productividad de los cultivos disminuye.

¿Qué tenemos que hacer? En primer lugar, tenemos que alterar menos el suelo. El advenimiento de la labranza cero y los métodos de labranza reducida nos han permitido aumentar el contenido de carbono de los suelos.

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Imagen  via AP Photo/Seth Perlman.