El impacto del olor marino sobreestimado por los actuales modelos climáticos

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La formación de dióxido de azufre a partir de la oxidación del sulfuro de dimetilo (DMS) y por tanto, el enfriamiento de las nubes sobre los océanos, parece estar sobrevalorada en los modelos climáticos actuales. Esto concluyen los científicos del Instituto Leibniz para la Investigación Troposférica (TROPOS) de un estudio modelo sobre los efectos del DMS sobre la química atmosférica.

La formación de dióxido de azufre a partir de la oxidación del sulfuro de dimetilo (DMS) y por tanto, el enfriamiento de las nubes sobre los océanos, parece estar sobrevalorada en los modelos climáticos actuales. Esto concluyen los científicos del Instituto Leibniz para la Investigación Troposférica (TROPOS) de un estudio modelo sobre los efectos del DMS sobre la química atmosférica. Hasta ahora, los modelos que consideran sólo la oxidación en fase gaseosa describen meramente la vía de oxidación y descuidan vías importantes en la fase acuosa de la atmósfera, escribe el equipo en la revista PNAS. Esta publicación contiene hasta ahora el estudio de mecánica más completo sobre la oxidación multifásica de este compuesto. Los resultados han demostrado que, para mejorar la comprensión de la química atmosférica y sus efectos climáticos sobre los océanos, es necesario un conocimiento más detallado sobre la oxidación multifásica del DMS y sus productos de oxidación. Además, también es necesario aumentar la precisión de la predicción climática.

El sulfuro de dimetilo (DMS) es formado por microorganismos y es, por cierto, también parte del olor de aliento humano. Sin embargo, es más agradable recordar como el olor típico del mar. DMS representa el compuesto de azufre natural más común emitido a la atmósfera. Los principales contribuyentes son los océanos, que representan alrededor del 70% de la superficie de la Tierra. El DMS es formado por el fitoplancton y entonces lanzado del agua de mar. En la atmósfera, el DMS se oxida a ácido sulfúrico (H2SO4) a través de sulfóxido de dimetilo (DMSO) y el dióxido de azufre (SO2). El ácido sulfúrico puede formar nuevos núcleos de nubes, a partir de los cuales pueden surgir nuevas gotas de nubes. Por lo tanto, las nubes marinas se iluminarán visualmente, lo que influye en el efecto de reflexión de las nubes y por tanto, en el clima de la Tierra. Por lo tanto, la comprensión y cuantificación de estos procesos químicos en la atmósfera es de gran importancia para el conocimiento del efecto climático natural.

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Crédito de la imagen:  Erik Hans Hoffmann / Leibniz Institute for Tropospheric Research