La mayor parte de las noticias del medio ambiente que escuchamos hoy en día son desalentadoras: información acerca de las consecuencias que pronto enfrentaremos gracias al cambio climático. Vamos a descansar momentáneamente de esa tristeza para centrarnos en algunas buenas noticias: Las plantas de energía en EEUU están actualmente emitiendo la menor cantidad de carbono en 27 años. ¡Parece que estamos haciendo algún progreso!
La mayor parte de las noticias del medio ambiente que escuchamos hoy en día son desalentadoras: información acerca de las consecuencias que pronto enfrentaremos gracias al cambio climático. Vamos a descansar momentáneamente de esa tristeza para centrarnos en algunas buenas noticias: Las plantas de energía en EEUU están actualmente emitiendo la menor cantidad de carbono en 27 años. ¡Parece que estamos haciendo algún progreso!
La marca más baja se produjo en abril de este año, cuando las plantas de energía de Estados Unidos generaron apenas 141 millones de toneladas de dióxido de carbono, una cifra que no hemos visto desde abril de 1988. Debido a que las plantas de energía producen más o menos un tercio de las emisiones del país, esta medida es uno de los mayores indicadores que tenemos para ver cómo lo estamos haciendo en la lucha contra el calentamiento global.
Aunque parte de este éxito se puede atribuir a un aumento de los recursos renovables, los expertos admiten que una gran parte del cambio es una disminución de la dependencia del carbón. Considerada como energía sucia, la quema de carbón libera más dióxido de carbono que otras formas de combustible. En cambio, más compañías eléctricas han recurrido a la quema de gas natural que, aunque todavía perjudicial para el medio ambiente, genera menos emisiones de carbono. La razón de este cambio no es sólo que las empresas de energía sean cada vez más conscientes de su huella ecológica, sino también que el precio del gas natural ha disminuido casi un 40 por ciento en los últimos doce meses, por lo que es una opción mucho más asequible.
Aunque es probable que el número de abril se recupere un poco durante los meses de verano, pues el calor pide un aumento en el uso del aire acondicionado, la tendencia general es alentadora. Aunque la cantidad de emisiones de carbono han estado cayendo (bastante) de manera constante desde 2008, la caída inicial se atribuyó principalmente a la crisis económica y a un descenso en los requerimientos de energía en la fabricación. Si bien la economía ha repuntado desde entonces y, a su vez, requiere más energía, el cambio en lo que las plantas de energía están quemando, ha mantenido tendencias de las emisiones de carbono a la baja de todos modos.
Un mínimo de 27 años en las emisiones de plantas de energía es digno de celebración, pero todavía no es hora echar las campanas al vuelo. Aunque la quema de gas natural es mejor que el carbón, el cambio a energía eólica y solar a gran escala será la verdadera victoria. Para proteger el planeta, las emisiones de carbono de las centrales eléctricas en algún momento deberán llegar a cero.
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Imagen de planta de energía vía Shutterstock