Hay mucho más en tratar de frenar el cambio climático que sólo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. TecnologÃa, polÃticas o planes que apuntan a ello también deben tomar en cuenta factores ambientales tales como el consumo de agua. Un enfoque más integral podrÃa tener algunas opciones mucho más atractivas que otras, especialmente cuando se implementa en los paÃses áridos, tales como Australia, sugieren Philip Wallis y sus colegas de la Universidad de Monash en Australia, en un artÃculo en la revista de Springer Climatic Change.
Hay mucho más en tratar de frenar el cambio climático que sólo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. TecnologÃa, polÃticas o planes que apuntan a ello también deben tomar en cuenta factores ambientales tales como el consumo de agua. Un enfoque más integral podrÃa tener algunas opciones mucho más atractivas que otras, especialmente cuando se implementa en los paÃses áridos, como Australia, sugieren Philip Wallis y sus colegas de la Universidad de Monash, Australia, en un artÃculo en la revista de Springer Climatic Change.
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Los investigadores consideran el ejemplo de Australia para mostrar cómo el uso del agua influye en lo atractivo de ciertas opciones de mitigación del desperdicio del agua. Analizaron 74 opciones que se han clasificado como influyentes en el "Plan de Crecimiento Bajo en Carbono para Australia" en 2010, para juntos poder ayudar a Australia a reducir sus niveles de emisión del 2000 en un 25 por ciento para el 2020.
Las opciones varÃan considerablemente en cuanto a la cantidad de agua que utiliza cada una. Se hallaron medidas de eficiencia energética para reducir el consumo de agua, al igual que medidas en el sector energético en general. Opciones renovables, como la energÃa solar térmica sólo afectan moderadamente el consumo de agua. Otras reducciones son posibles con la exploración de los suministros existentes de agua relacionados con la alimentación o el uso de aire o refrigeración en agua salada. La energÃa eólica, el biogás, la energÃa solar fotovoltaica, la eficiencia energética y mejoras operativas a las fuentes de energÃa existentes pueden reducir la demanda de agua mediante la compensación del agua utilizada para enfriar la generación de energÃa térmica. Esto podrÃa ayudar a salvar casi 100 Mmᶾ de agua en Australia por año para el 2020. Wallis cree que las tecnologÃas y los lugares utilizados para la energÃa renovable deben reflejar adecuadamente la escasez de agua.
Medidas de mitigación basadas en actividades de la tierra, tal como la "agricultura de carbono" para los créditos de carbono y la reforestación de las tierras utilizan la mayor cantidad de agua. Esto puede influir en la producción de agua de captación, según el lugar donde se lleva a cabo la siembra. Aunque estas plantaciones pueden también ayudar a reducir la salinidad, la erosión y las inundaciones, los investigadores creen que algunos de estos esfuerzos deberÃan reconsiderarse, ya sea en la escala de las plantaciones, su ubicación o el precio del carbono requerido para que sean rentables.
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